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Voluntariados, la clave para ahorrar

Un voluntariado es, por definición, la realización de un trabajo por voluntad propia, sin estar obligado a ello por motivos legales, contractuales o económicos. Básicamente es trabajar “gratis”, sin percibir una compensación económica a cambio. Los voluntariados ofrecen la oportunidad de viajar por períodos extensos de tiempo gastando poco. Durante mi último viaje por Europa, de 10 meses que estuve allá, 8 los pasé siendo voluntario en distintas locaciones de Alemania, Polonia, Croacia, Serbia, Bulgaria y Rumania. Esto me permitió gastar menos de 300 € por mes.


Lugar donde fui voluntario en Berlin




Tipos de voluntariado

En este artículo no voy a hablar de los voluntariados donde uno apoya una causa, ya sea social o ecológica ya que yo no he realizado ningún voluntariado de este tipo, de esos que te hacen “crecer como persona”. No, yo he realizado voluntariados por causas meramente egoístas; reducir gastos, conocer gente, pasarla bien. Existen varias plataformas para encontrar este tipo de oportunidades, las que yo uso son dos: WorkAway y Worldpackers.


Página principal de WorkAway


Ambas plataformas funcionan de manera similar, son básicamente, bases de datos con hosts (hostales, hoteles, granjas, escuelas, ONGs, comunas y particulares) que buscan gente que trabaje con ellos a cambio de hospedaje. Usualmente el trabajo no supera 5 horas, 5 veces por semana (media jornada) y cuenta uno con 2 días libres (no necesariamente sábado y domingo).


Búsqueda de hosts en WorkAway

Sin embargo, cada host es distinto y, por tanto, lo que ofrecen varía. Algunos además de hospedaje te ofrecen una, dos o hasta tres comidas al día, en otros todas las horas de trabajo se concentran en menos días, etc. Esas condiciones hay que acordarlas con cada host antes de comenzar con el voluntariado.


Búsqueda de hosts en WorldPackers


¿Cómo funcionan?

En ambas plataformas podemos registrarnos y checar los hosts que hay por el mundo de manera gratuita. Es recomendable siempre llenar nuestros perfiles con la máxima información posible, idiomas hablados, si estudiamos algo, nuestros intereses, fotos, etc.


Una vez que encontramos una oportunidad que nos gusta, nos ponemos poner en contacto con el host. Es aquí donde ambos sitios difieren:


En WorkAway, para poder contactar a cualquiera de los miles de hosts en el mundo, tenemos que ser un usuario premium. El costo de la suscripción por un año es de 29 USD. Considero es un precio bastante reducido ya que por esta cuota podemos contactar a cualquiera de los más de 24,000 hosts en 155 países distintos.

En WorldPackers no hay una suscripción anual, sino que se paga por cada host que queramos contactar. Los precios varían, desde los 10 hasta los 50 USD. El costo es más elevado, pero hay una buena razón para ello. WorldPackers presta mucha más atención que WorkAway en el proceso de voluntariado. Siempre hay un “travel buddy” (un empleado de WorldPackers) que se encarga de ayudarte en el proceso. A esto hay que sumarle que en WorldPackers hay un seguro de estancia, esto es, si no estás contento con tu host por cualquier motivo, WorldPackers te paga hasta 3 noches de hospedaje con otro host en la misma ciudad.

Ambas plataformas tienen websites modernos, sin embargo, considero que WorldPackers está mejor diseñado y su interfaz es más fresca e intuitiva. La búsqueda de host me parece más sencilla en WorldPackers. WorkAway por el contrario ofrece muchas más opciones que en WorldPackers en cuanto a número total de hosts.

En resumidas cuentas, ambos websites tienen sus pros y sus contras, y recomiendo no dejar ninguno de lado. Hay hosts que sólo aparecen en una de las dos plataformas.

Alternativas

Cabe destacar que estas opciones no son las únicas para encontrar voluntariados. Simplemente son las que yo utilizo y recomiendo. Existe también HelpX, que es la que inició con este tipo de plataformas. También existen organizaciones como Vive México o AIESEC que ofrecen voluntariados internacionales.


Y está la opción de contactar directamente con el lugar que te interese, muy común en hostales.


En Rumania me tocó cortar madera



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